¿Qué es lo que lo cansa?, ¿Hacer siempre lo mismo?, ¿Repetir una y otra vez?
Lo que no se pone en juego, aburre, fastidia, agobia. Cuando no se hace lo que se tiene que hacer, cuando las demandas propias o ajenas exigen determinadas acciones que no se eligen, cansan.
El “contar ovejas” es para no tenerse en cuenta. Lleva la cuenta de lo que hace, no de por qué lo hace. No se implica ni se compromete con su hacer. Se propicia un lugar donde permanece. Está (siempre cansado).
El cuerpo le señala un límite, un corte que el sujeto no puede expresar ni determinar. Es probable que no pueda dejar de hacer “eso” que no quiere, que lo comanda y encuentra el modo de dejar de hacerlo mediante el cansancio. Frente a las exigencias cotidianas el sujeto se defiende como puede, con lo que tiene, su recurso es poner el cuerpo.
¿Acaso lo elige?, ¿Habrá otro modo?
Resulta interesante analizar el discurso del sujeto en el punto del desconocimiento. No sabe porqué hace lo que hace, ni porqué debe responder a la demanda contando ovejas, que lo deja atrapado en ese lugar, en el “Estoy”.
El trabajo en un análisis no focaliza precisamente en el cansancio, ni en qué lo cansa al sujeto, sino por el contrario, en qué le impide continuar. La postergación es un modo de no encontrarse con su deseo. Hay un modo singular de hacer para cada uno, se trata de aventurarse y averiguarlo.
se q no quiero hacerlo
pero no se como resolverlo
Es que no es una cuestión de voluntad. Precisamente esa función está inhibida. En un análisis se trata de encontrar las causas de ese cansancio que habitualmente tienen que ver con no poder poner en juego tu deseo. Si estás interesada en atravesar una experiencia de análisis llamanos y tenemos una entrevista para conocernos.