Es probable que sea el único recurso que encontró ante la violencia del grito que la hace callar.
Es en un análisis donde los silencios se hacen oír. Lo dicho y lo callado cobran otra dimensión en la búsqueda de las palabras de las que el sujeto pueda apropiarse para que hablar sea un nuevo recurso. Se trata de hablarse a uno mismo con otro que le devuelva la voz.
Construir un espacio con un analista puede ser el primer lugar seguro, confiable, para desplegar lo que el sujeto calla hace tiempo.